/ Muestra de rebeldía /

Sí, puede que esté loca y haga por la calle cosas de las todos se rían y aún así siga haciéndolas. Puede qué no eche cuenta en clase y prefiera cantar en voz alta mientras el maestro explica y todos los demás me miran. Sé qué todo lo qué toco lo estropeo, todo lo que alcanzo se pierde y qué soy la tía más torpe del mundo. Seguramente un cotilleo sea mi mayor fuente de felicidad,  escuchar música a todo volumen mientras pego grandes saltos en la cama, y embarrarme toda la cabeza de arena en la playa. Soy un desastre, demasiado desinbibida, cabezota, con un sarcástico sentido del humor y me asustan la abejas sí. Me encanta tenerlo todo patas arriba y aunque nadie se lo crea así lo encuentro todo. He roto siete móviles, cuatro cámaras y tres ordenadores y aún así apruebo todas porqué tengo mucha memoria. Así soy, no puedo evitarlo, no puedo evitar contestarte de forma borde si me tiras los tejos ni decirte todo lo qué pienso a la cara aunque a veces me pase. Soy así, y no puedo cambiarme. Y sí soy una muestra de rebeldía y no el mejor ejemplo para vuestras hijas. Pero sé querer, cosas qué otras no saben, y a ellas las quiero. Son las únicas personas qué han conseguido qué quite esa coraza qué tapa mi verdadero yo, esa parte sensible qué se sienta a escribir en este blog cada día y qué alguna qué otra vez se ha enamorado y llorado por alguien. Son las únicas qué me han hecho cambiar para bien y qué me quieren tal y como soy. Ellas son las únicas qué me conocen de verdad y no tienen en cuenta mi mala reputación.