Me pasé horas escuchando música, imaginándome qué estaba loca y soltera en una discoteca, sin líos.. Como antes, cuando todo me importaba una mierda. Cuando mi mayor preocupación era con qué chico me liaría esa noche o qué ropa interior me pondría. Cuando cantaba Zapatillas de ECDL. Sin darle mayor importancia a nada más. Cuando hacía mil y una perrerías cada día y escribía lo bien qué vivía mi vida a mi bola. A mi royo. En el qué el centro del mundo era yo. Ahora me dicen qué tengo que cambiar y empezar a madurar, pero es qué no puedo, mi cuerpo se empequeñece por dos cada vez qué crezco un poquito. Todavía tengo qué seguir siendo el alma de las fiestas y la loca de turno, porqué, como me dijeron una vez:
Si uno,
no comente,
una locura aveces,
puede volverse
LOCO.
Y yo necesito cometer mil más!
No hay comentarios:
Publicar un comentario